Soy Fabiola del Mar, nací en Lima Perú (1968). Viví y crecí en el Centro Histórico de Lima rodeada de tradiciones, música, danza y libros. Estudié en el emblemático Colegio Mercedes Cabello, y allí descubrí el amor por la poesía y las letras liderando el Club de Periodismo Escolar y participando en diversos eventos relacionados al arte de la poesía. Posteriormente, estudié Administración de Negocios y Marketing en IPAE y Asesoría de Moda e Imagen Personal en el MAD de Lima. En mi compromiso con la belleza encuentro poesía a cada paso, pero es el amor, en todas sus versiones, el tema que me permite expresar toda mi sensibilidad.
Mis poemas han salido en Liberoamérica, revista catalana, en Letralia, que es una revista venezolana, y en letras.s5, página chilena que difunde cultura y literatura a manos llenas. He asistido a dos talleres de Andrea Cabel.
Llevo el mar en mi nombre y es fuente de constante inspiración. Es frente al mar que ejerzo el oficio de "estar divinamente distraída " y escribo poesía. Estos son mis versos, si logran mover tu corazón como las olas, cumplirán su objetivo.

fuente: fabiola del mar
- (sus) poemas
El Faro
El Faro es un cíclope sin luz
alzado entre el mar y el cielo,
las campanillas cerradas en el camino
no saben de desvelos.
Refugio el corazón sobre la yerba,
Late agitado, boca arriba,
condenado entre lo ordenado,
con el tum tum incesante de un ritmo errante.
Congelo las pupilas sobre el cielo,
[la próxima vez habrán estrellas]
Estamos vivos y tengo los pies descalzos
no siento frío.
Duende desaliñado y vagabundo,
espejismo verde,
enmarañas mis cabellos,
tiras de mi vestido,
te dejo el corazón por una noche,
ocúltalo en el jardín prohibido.
fuente: fabiola del mar
Memorias
He guardado todo en una caja de cartón,
en cada esquina cuelgan como telarañas
las palabras que se enredaron.
La historia contada en braille para un corazón ciego,
las flores disecadas con esmero,
el polen infértil y el pistilo roto
Húmedo y lacrimoso el dolor
guardado junto a los suspiros,
como espasmos leves de la ausencia
y los besos que huyeron sin darse.
Envuelto en mantilla, un santo de cabeza
un dije oxidado de olvidos,
un rosario liso de infinitos rezos
[Cristo perdió la piel de tanto tocarlo]
Una foto en la que no me reconozco,
Sonríes, sonrío,
rizos de cabellos que discuten con los años
y cartas llenas de antiguos te quiero
Lo he guardado todo
[estoy vacía, ausente]
y la caja está llena.
fuente: fabiola del mar
Millas Mar
Hablemos del espacio entre nosotros,
Que es mar,
Que es montaña,
Que es cielo,
del hilo de tu voz susurrando mi nombre
y de cada te quiero como un eco.
Sortilegio colgado de un columpio,
te meces entre los grillos anunciando llegadas ;
cruzas puentes
desvías curvas ,
un paso más y te respiro,
es tu nuca,
son tus brazos ,
tus manos trepidando sobre mi cuerpo ,
a un segundo del confín de los sueños .
Somos uno,
cuerpo galopante y furtivo ,
arrancas jirones de deseo,
brincas alegrías sobre mi pecho,
somos mas nosotros,
sin distancias,
sin adioses,
venciendo la lejanía y el tiempo.
Foto de portada: Toupeiratoupeiro