Se me ha perdido la sonrisa de tanto pensar. Pensar en exceso nos envejece, pienso. Y ahora que vuelve a relucir el placer por leer poesía, noté que se encontraba estancada en un tramo de mi vida; la pubertad. Hijo -y muy orgulloso- de padres provincianos, nací en Lima. Los recuerdos que predominan en mi, me transportan a la calurosa ciudad de Piura, disfrutando de un bodoque con sabor a guanábana al lado de un viejo árbol de algarrobo.
En mi juventud, experimentada en Lima, me ha gustado observar todo a mi alrededor, además, mis piernas no dejan de moverse, sigo caminando. Caminar es vida para mí y si escucho música es disfrutar la vida.
Y en unas de mis caminatas tuve la oportunidad de disfrutar y analizar textos poéticos en el taller de poesía "La disciplina del goce" donde conocí a Andrea Cabel, Carmen Luz Gorriti, Fausto Mercado y a todos los demás compañeros del taller.
Mi nombre es Kevin Martell Mestanza, y los invito a leer estas palabras sueltas y en el blog 'El mar de Ángel solo". Gracias.
- poemas
Eres un oasis eterno.
Cobijas el polvo inoxidable del ser.
Tu aroma se pierde entre excrementos de aves.
Un abanico de rosas multicolor
Se marchitan en el olvidado recuerdo feliz.
(Si pudiera oír su eco en medio del dolor)
Humedece estas lágrimas secas al parpadear.
Eres un oasis eterno.
Y los cuerpos se carcomieron ayer.
Y son solo tierra sobre tierra bajo tierra.
Descansen. Sin temor.
Ha de cesar el arrebato de sus cuerpos.
Te he visto con una sonrisa al amanecer
Te he escuchado radiante al oscurecer
Mi recuerdo se apaga, pausa silenciosa
Mi melancolía se enciende, voraz nostalgia ...
Agobiado...
Abatido...
Mis piernas se humedecen y tiemblan en medio de este escalofrío inerte
Mis músculos lloran, oye y siente el crujir
Tu cantar retumba mi tímpano
Vibra...
Te han salpicado piedras hasta parar el latido de tu cuerpecillo
Ayer: camuflaje perfecto
Hoy: expuesto como una pollada de barrio
Y una línea de minúsculas patas te abraza
La roca esférica y bello acabado, sustituyen las papas
Una melodía menos...
Huerequeque...
¿Quien cuida de ti ?
Prenda solar
Prendido a la modernidad.
Reflejo en tus telas oscuras.
Prendas oscuras.
Negras.
Brillas y te menosprecian.
Te dan la espalda y él sigue ahí.
Trabajando junto a él.
Sí, él.
Tu compañero achorado